Esta sesión con Rubén refleja lo mejor de la Navidad: la calidez de las sonrisas, los momentos compartidos y esa magia especial que solo los más pequeños saben transmitir.
Cada fotografía captura no solo un instante, sino una historia llena de ternura y alegría. Este tipo de recuerdos no solo se guardan, sino que se convierten en un legado familiar para los años venideros, recordándonos la importancia de los lazos y los momentos compartidos.
Espero que estas imágenes os inspiren tanto como me inspiraron a mí al crearlas. ¡La Navidad está en los pequeños detalles que llenan el corazón!